Ser amigo de tu jefe: beneficios e inconvenientes

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Una buena relación con tus compañeros de trabajo y tu jefe puede ser genial o acabar resultando un drama

Aunque no lo creas pasamos una media de 1764 horas al año en el trabajo. Sin duda es tiempo suficiente para crear vínculos que nos unan a nuestros compañeros. En ocasiones las relaciones son tan estrechas y cercanas que se crea una amistad, pero ¿también con el jefe? ¿eso es bueno?

El estudio realizado por la Universidad de Rutgers indica que crear un vínculo con nuestros compañeros no es un problema, sino un beneficio. La productividad en una oficina en la que existe un buen nivel de complicidad aumenta exponencialmente. La confianza en el entorno de trabajo ayuda a la hora de participar e implicarse en las tareas y objetivos. Visto así, parece un panorama idílico, pero ¿sucede lo mismo cuando la amistad surge con el jefe?

Te explicaremos por partes los pros y contras de mantener una relación más cercana, llegando a la amistad, con tu jefe o superior.

¿Cuáles son los beneficios?

Mejor ambiente de trabajo

El hecho de que tu jefe sea tu amigo significa que conoces a la perfección su personalidad y su manera de trabajar, lo que ayuda a construir grandes proyectos. Ya no solo trabajas para tu jefe, sino para tu amigo, por lo que tu compromiso va más allá de lo laboral. La complicidad que habéis creado borra los límites de la jerarquía (aunque nunca hay que olvidarla) para trabajar conjuntamente y conseguir buenos resultados.  

El esfuerzo y trabajo resulta más divertido y relajado y eso se transmite en el ambiente. Ser amigo del jefe tiene un gran beneficio y es que no consideras que cada mañana tengas que ir a una oficina aburrida a trabajar, sino a un lugar de encuentro con tu amigo para crecer laboralmente.

Mayor comunicación

Más allá de las oportunidades que tienes para poder hablar con tu jefe, una amistad con él te brinda más momentos fuera del horario laboral, y además a solas, para poder transmitirle tus impresiones. Puedes comunicarle aspectos mejorables en la forma en la que trabaja, siempre desde el respeto. La comunicación entre empleador-empleado es fundamental y si puedes dar un feedback más personalizado a tu jefe, mejor que mejor.

Mejor productividad

Como hemos mencionado antes, no solo trabajas para tu jefe, sino también para tu amigo, por lo que el tiempo y el esfuerzo que dedicas a tu trabajo es mayor y mejor. La productividad de la empresa se verá mejorada debido a la motivación y energía con la que trabajas.

Miembros de una empresa celebrando los resultados de su trabajo

Facilidades laborales

No se trata de aprovecharte de que el jefe sea tu amigo, pero está claro que este factor te beneficia en muchos aspectos.  El hecho de que te conozca más allá de la empresa supone que conoce tu situación personal y familiar. En muchas ocasiones es difícil explicar a tu jefe que tienes problemas familiares o que sufres una enfermedad. Si de antemano tu jefe conoce esto, no hay inconveniente en explicarle, por ejemplo, que hoy prefieres teletrabajar porque requieren tu atención en casa.

Son aspectos muy favorables, pero de los que no hay que abusar. Tu jefe es tu amigo, no lo olvides, nunca consideres mentirle para conseguir un acto de favor porque repercutirá tanto en vuestra relación laboral como personal.

Ser amigo de un superior ¿Qué inconvenientes tiene?

La amistad puede perjudicar a la empresa

Forjar una amistad con el jefe, quien no está al mismo nivel jerárquico que tú, es mantener una relación que nunca va a ser neutra. Es decir, la amistad lleva implícita la intimidad, lo que no es compatible con las responsabilidades del jefe.

En esta línea, es difícil conseguir una amistad plena sin incidentes pues, por ponerte un caso, tu jefe debe mantener en secreto información estratégica confidencial de la empresa, mientras te confiesa problemas de su vida de pareja. O, por el contrario, si sucede que tu jefe te hace partícipe de información privilegiada, te está dando un arma que puedes utilizar en caso de rivalidad laboral, lo que, al final, perjudica a la empresa.   

La confusión de roles

Este es uno de los problemas más cotidianos incluso sin una relación de amistad estrecha, por lo que cuando existe una confianza, surge el drama. La frase “la confianza da asco” es muy cierta, y es que unos niveles desfasados de amistad pueden interrumpir la jerarquía de la empresa. Nunca debes olvidar que tu jefe, es el jefe, a pesar de que puedas compartir tus ideas sin ningún pudor.

La interrupción durante las charlas, el excesivo acercamiento durante las horas de trabajo o una comunicación demasiado relajada y cercana denotan la confusión de roles que se comienza a desarrollar. En este tipo de amistad se han de marcar unos límites para no entorpecer ni tu trabajo, ni de él.

No existe una relación igualitaria

Lo quieras o no, tu jefe y tú estáis en diferentes líneas respecto a la empresa y eso puede perjudicaros. El desarrollo de una amistad plena requiere de una relación igualitaria para crecer y la vuestra no lo es. La relación empleador-empleado lleva a una situación de dominante-dominado, por lo que si tu propio amigo es quien está mandándote trabajo, significa que existe un gran estrecho entre vuestra relación.

El psicólogo holandés Geert Hofstede define la distancia jerárquica como “el grado de desigualdad en el poder y la autoridad que un miembro de un grupo acepta y espera entre su superior y él mismo”, cuanto mayor es esta distancia, menos se opondrá una persona a una situación que considere desigual. Una amistad a diferentes rangos no puede madurar equitativamente.

La prioridad del jefe es la empresa

Relacionado con el punto anterior, la amistad entre tu jefe y tú no puede desarrollarse de manera natural porque él está comprometido con la empresa y debe ser ejemplar. Por mucho que sea tu amigo, no deja de ser el jefe, tuyo y del resto de compañeros, por lo que tiene que mostrar que todos sois iguales y no existen favoritismos.

En todo momento tu jefe debe de ser justo y transparente en las reglas de concesión de recompensas. No esperes que por ser tu amigo se comporte de forma favorable. No hay que olvidar que el sentimiento de injusticia y, sobre todo, la falta de reconocimiento sigue siendo el principal factor desmotivador dentro de la empresa.

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Posible discriminación

Puede que el posible favoritismo que podría desarrollar contigo finalmente se convierta en una auténtica discriminación. Es decir, la amistad entre tu jefe y tú puede ejercer una presión muy peligrosa en ambos sentidos:

Por un lado, si tu jefe hace más que notable su favoritismo hacia ti, puede que desate el descontento del resto de la plantilla y esto genere tensiones y deteriore el ambiente de trabajo. Puede que incluso tus compañeros comiencen a dejarte de lado por ser “el favorito”.

Por otro lado, tu jefe, para prevenir este posible episodio, realice la conocida injusticia interactiva: el sentimiento de invisibilidad. Con la confianza que genera ser tu amigo, reviente la situación y te excluye para que vuestra amistad no llame la atención ante el resto de tus compañeros. En ocasiones, los jefes, en un intento de ser justos, conceden menos privilegios o bonificaciones a los empleados que son sus amigos, aunque estos se los merezcan.

Una empleada desmotivada en su trabajo

Deterioro de la relación jefe-empleado

Como hemos comprobado, no solo preocupa el deterioro de vuestra amistad fuera del trabajo, sino también vuestra relación dentro de él, y es que una amistad puede inhibir la capacidad de decisión o de disciplina de tu jefe. Una relación estrecha puede distorsionar el juicio: tu jefe no es capaz de comunicarte tus debilidades profesionales porque teme que esto genere un resentimiento y estropee la amistad.

Abuso de poder

El último inconveniente de ser amigo de tu jefe, pero uno de los más importantes, es que convierta la confianza en un instrumento manipulador. Es importante saber distinguir cuando es trabajo laboral y cuando un favor personal, ya que la mezcla entre ambos puede resultar un abuso. Por otra parte, puede darse el caso de que desarrolle abusos de poder como acoso moral o sexual.

Estos son algunos beneficios e inconvenientes de ser amigo de tu jefe. Sea cual sea el tipo de relación que mantengas con él, te aconsejamos que siempre marquéis unos límites para que nada interfiera en la madurez de vuestro vínculo, ya sea laboral, personal o ambas.

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