Las relaciones liana se pueden definir como las parejas que vamos teniendo sin dejar espacio al duelo tras sufrir una ruptura.
Relaciones liana: saltando de una relación a otra

Vamos de una persona a otra nada más dejar la relación, de una forma que casi no da tiempo a conocer a la otra persona, lo que hace que acabemos dejando un vacío dentro de nosotros mismos. Si no pasamos el duelo, algo que hay que hacer tarde o temprano, todas nuestras relaciones acabarán fracasando.
Cada vez se ven más estas relaciones liana. Seguramente conozcas a alguien (si no eres tú mismo) que ha roto con una persona y al poco tiempo estaba con otra.
Esta forma de formar parte de una relación tan rápido es una costumbre de la persona que en algún momento acabará siendo consciente de la trampa emocional que ella misma ha creado.
La sensación de vacío y pérdida y pensar que el amor no sirve para nada son pequeñas ideas que en algunos casos pueden acabar ocasionando algo tan fuerte como la depresión.
A pesar de que no hay un tiempo fijo que tenemos que dejar pasar entre una relación y otra, lo que sí está claro es que ese proceso de duelo hay que pasarlo. Nadie puede ser nuestro “un clavo saca a otro clavo”, ni podemos utilizar a alguien para olvidarnos de la otra persona. Todas esas relaciones estarán destinadas al fracaso.
¿Qué son las relaciones liana?
Estas se forman con el objetivo de olvidar a una persona. Adoptamos relaciones y estamos con personas solo para intentar borrar ese dolor que nos dejó la persona que nos hizo año. Es, básicamente, terminar una relación y empezar otra para intentar olvidar a nuestra expareja.
Es algo más habitual de lo que pensamos y es muy frecuente verlo en las consultas de psicología. Estas personas buscan ayuda por su insatisfacción e infelicidad constante. Al fin y al cabo, tener tantas relaciones seguidas no es satisfactorio, aunque pensemos que sí.
Te preguntarás por qué estas personas empiezan una relación si luego no están a gusto con ello. La respuesta es que suelen buscar el subidón de las endorfinas y la dopamina inicial que ofrece la atracción y el enamoramiento.
Esto hace que al principio estén encantados, pero en cuanto se baja el efecto ya no piensan lo mismo. Cuando baja, la sensación de vacío aparece de nuevo y por lo tanto buscan otra vez algo nuevo que les de esa felicidad, pasión y emoción tan exageradas. Por ese motivo las relaciones liana solo causan infelicidad continuada a excepción de esos subidones de endorfinas.
¿Por qué se dan este tipo de relaciones?
Los humanos no estamos educados para hacer frente al amor y, por lo tanto, no sabemos hacerlo. La mayoría de las parejas adolescentes que rompen hacen lo posible para olvidar a la otra persona sea como sea, como, por ejemplo, estando con una nueva para generar celos a su expareja.
Hay algunos motivos por los que se dan las relaciones liana:
- El apego ansioso.
Las investigaciones realizadas en la Universidad de Toronto, Canadá, revelan que hay personas que sufren un apego ansioso de necesitar estar siempre con alguien, pero a la vez tienen miedo de que las abandonen. Ese miedo hace que sus relaciones estén destinadas al fracaso. Tras la ruptura buscan de nuevo otra relación en la que aliviar el dolor y la soledad.
- El miedo a estar solos.
Más personas de las que imaginamos tienen mucho miedo a acabar solas. Este miedo hace que se conformen con la primera persona que llega, aunque no le aporte nada. Esto hace que al final estén con personas solo por estar, sin sentir nada por ellas.
- El mito del amor romántico.
A día de hoy se sigue creyendo en el clásico idealismo del amor romántico. Según esto, no hay nada más drástico que tener una nueva pareja para olvidar a la anterior. La pasión todo lo hace olvidar y los nuevos amores son las tiritas para olvidar el pasado.
Como bien he mencionado, esto son solo mitos románticos que no tienen sentido.
Riesgos que suponen las relaciones liana
Las personas que sufren este síndrome lo hacen para evitar que su autoestima se perjudique. Pero, en realidad, se hacen aún más daño. Creen que empezando una relación todas sus penas se irán, pero no piensan en que si esa relación falla, que es lo más probable, sufrirán por partida doble. Van evitando el duelo y al final lo tendrán que pasar igual.
La autoestima se dañará doblemente y el miedo a estar solo no desaparecerá. La dependencia emocional seguiría en pie, algo que hace que no alcancemos nuestros objetivos en la vida.

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Pedir cita¿Cómo establecer relaciones sanas?
En el mundo y en el siglo en el que vivimos estamos acostumbrados a ver relaciones que son de todo menos sanas, pero, aunque parezca difícil, se pueden conseguir.
A continuación, te mostramos 10 características que debe tener una relación sana:
1. Expectativas realistas.
Tenemos que aceptar a nuestra pareja tal y como es, no como queremos que sea.
2. Buena comunicación.
Estar junto a ella cuando tenemos que estar, hablar, escuchar, mostrar interés, compartir nuestras experiencias y opiniones, etc.
3. Flexibilidad.
Los seres humanos estamos en cambio constante. No podemos pretender que una persona siga siendo igual que cuando la conocimos. La madurez, la forma de pensar y la manera de comportarse son cosas que pueden evolucionar y cambiar, y no por eso tienen que ser malas. No podemos intentar que una persona se comporte como queremos.
4. Espacio personal.
No podemos centrarnos siempre en nuestra relación. Cada persona debe tener su espacio para estar con su familia, amigos o simplemente solo. Y eso es lo más normal.
5. Responsabilidad.
Cuando prometemos o decimos algo y damos nuestra palabra es para cumplirlo.
6. Discusiones limpias.
En todas las relaciones surgen conflictos y discusiones, es más, si no surgen, es preocupante. Sin embargo, la mayoría de las personas no son capaces de llevarlo bien y acaban lanzando cuchillos al aire de los que luego se arrepienten.
En el momento del conflicto hay que tener en cuenta las siguientes actitudes:
- Hablar del problema cuando los dos miembros estén preparados. No se puede hablar algo cuando siguen enfadados.
- No criticar a la otra persona.
- Intentar adivinar lo que piensa es un error, hay que dejar que se explique.
- No recordar cosas ni experiencias pasadas. Céntrate en la discusión de ahora.
- Si nos estamos equivocando, reconocerlo y pedir perdón.
- No ridiculizar a la otra persona cuando no tiene razón.
- Llegar a un acuerdo y si no se puede, respetarse mutuamente.
7. Mostrar amor.
A todos nos gustan que nos den cariño y más nuestra pareja.

8. Independencia.
Es parecido al espacio personal. Es nuestra vida y no puede girar alrededor de una persona. Necesitamos ser libres, desarrollar nuestras actividades y juntarnos con más personas. Una relación no debe ser lo único en lo que nos centremos.
9. Tomarse el tiempo que se necesite.
Las personas maduran y las relaciones crecen. A medida que va pasando el tiempo, las personas se van conociendo mejor por lo que su confianza aumenta. Cada una va a su ritmo.
10. Ser reales.
Las relaciones sanas son así porque nos mostramos tal y como somos, sin aparentar.
La importancia de cuidarnos entre relaciones
Cuando finalizamos una relación tiene que acabar de manera sana.
Muchas personas que comienzan relaciones liana lo hacen llevándose consigo mismo las emociones negativas que le dejó su expareja. No es bueno empezar una relación cuando aún tenemos esos sentimientos dentro que pueden estallar en cualquier momento.
Cuando una relación se rompa hay que darse tiempo para trabajar todas aquellas cosas que nos duelen y nos perturban por las que hemos quedado traumados. Es bueno desahogar esos sentimientos con personas de nuestra confianza como nuestros amigos y familiares.
- No sigas a tu expareja en redes sociales. Lo mejor es cortar cualquier contacto con ella y eso implica eliminarla de tus redes. Si no lo haces, seguirás viendo sus estados y sus fotografías, lo que hará que no puedas olvidarla.
- Proponte objetivos nuevos y empieza actividades que te mantengan la cabeza ocupada.
- Cuando rompemos con alguien que ha sido importante para nosotros es normal tener pensamientos horribles del tipo “me voy a quedar solo” o “no lo voy a superar”. Pero, tenemos que pensar que estos pensamientos son solo eso, no nada que sea real. Es muy común la primera semana, pero verás que en cuanto pase el tiempo todo volverá a su sitio.
- Por último, antes de empezar una relación tenemos que pensar qué es lo que nos impulsa: el miedo, la soledad, para olvidar a alguien, etc. Una relación es algo serio, tenemos que ser maduros y conscientes de lo que hacemos.
Y recuerda, un clavo no saca a otro clavo, solo evita el duelo que algún día, tendrás que pasar.
¿Cómo puede ayudar un psicólogo a mejorar la autoestima y el amor propio?
Un psicólogo tiene los conocimientos idóneos para servir de guía y ayudar a la persona a desarrollar la flexibilidad necesaria para que en momentos en los que la baja autoestima ataque pueda actuar de una forma determinada.
Los especialistas comienzan conociéndote un poco con algunas preguntas como:
- ¿Desde cuándo te pasa?
- ¿Cuánta gente sabe que estás así?
- ¿Siempre ha sido así o es desde hace un tiempo determinado?
- ¿Cuáles crees que son los motivos para que estés así?
Tras conocerte mejor, son capaces de iniciar una terapia de autoestima en la que te motivan, te hacen ver todas las cualidades que tienes y las que puedes mejorar. También te ayudan a llevar un estilo de vida que te favorezca.
Las personas que tienen baja autoestima suelen ser poco realistas ya que no ven su potencial interior. Se suelen menospreciar y ven a los demás mucho mejor que ellos, pero esto con la terapia puede cambiar.
Los psicólogos te ayudarán a subir tu autoestima aplicando sus conocimientos a tus necesidades obteniendo así unos grandes resultados.
Si tras leer el artículo tienes dudas nuestros psicólogos de Siquia te la resolverán.
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