El apego es el vínculo que se establece entre el bebé y el cuidador principal. El cuidador principal suele ser la madre, aunque depende evidentemente de cada caso. El apego florece en los primeros años de vida del bebé cuando aun no ha desarrollado una autonomía o independencia física que le permita actuar por si mismo, por eso está estrechamente ligado al cuidador.
Psicólogo online para superar el apego evitativo

Se ha hablado del apego desde distintas corrientes. Desde el psicoanálisis o dentro de la psicología del desarrollo en las posiciones constructivistas con autores como Piaget o Vigotsky. Desde el cognitivismo, por otro lado, son más detractores del concepto. La idea del apego que vamos a desarrollar se vincula con la corriente constructivista, dándole validez al concepto.
El vinculo emocional bebé-cuidador
El vínculo que se forja entre bebé y cuidador es emocional. El cuidador cumple con la función de seguridad. Situándolo en la pirámide de Maslow, el cuidador se encuentra en la base de la pirámide de necesidades del bebé.
Los primeros años de vida del niño/a están cargados de primeras veces en la vida y de un aprendizaje constante. Entender lo que le rodea y comprenderlo de una manera segura depende del cuidador. Si el niño tiene un primer encuentro con perros, por ejemplo, y no se siente protegido por su cuidador, el impacto que causará será nocivo y podrá crear una correlación del perro con el peligro.
Estas primeras experiencias determinan el aprendizaje que el pequeño adquiera del mundo y de como las otras personas se compartan hacia él. El bebé puede mostrar dos comportamientos diferentes. Solicitar la cercanía del cuidador para satisfacer sus necesidades, o bien, explorar el mundo exterior. Para que la evolución del bebé sea favorable, el cuidador deberá aprender a leer las señales y responder en consecuencia.
Así mismo, el cuidador tiene que estar disponible para que estos procesos se lleven acabo. En el momento que existe una falta de atención o cuando directamente la figura del cuidador no es segura, nos encontramos con diferentes apegos, que llegan a tener consecuencias en el crecimiento del niño, derivando en adultos con problemas psicológicos.

Con lo cual, es fundamental, no solo atender las necesidades fisiológicas del bebé si no también, las necesidades emocionales. Los niños/as aprenden a entender el mundo interior que poseen y los cuidadores tienen que mostrarles el camino para ello. Deben construir una red de seguridad emocional donde se calme su angustia y se reafirmen sus emociones.
Qué es el apego evitativo
Si el bebé no percibe el vínculo como seguro, porque los cuidadores no garantizan la atención hacia sus necesidades emocionales, nos encontramos con un apego inseguro. Este tipo de apego puede ser de dos maneras diferentes o de tipo ansioso-ambivalente o evitativo.
Lo que sucede para llegar hasta estos límites es que el bebé sigue necesitando los cuidados de su responsable, pero al no cubrirle las necesidades emocionales la relación se basará en el miedo y esto conllevará a un desarrollo emocional, mental y cerebral condicionado.
El cuidador sigue abarcando todas las necesidad básica como alimentarle o bañar al bebé pero no comprende sus emociones y se asusta al no entenderlas. Por ello, el bebé se pone nervioso e inseguro y rechaza sus propias emociones y no les presta atención. No hay maldad, si no que no ha adquirido las herramientas suficientes para satisfacerlas.
El resultado en el niño/a será una renuncia a sus emociones. Tiene que sobrevivir estando cerca de su cuidador, con lo cual deberá dejar a un lado sus sentimientos, o sea: desconectarse emocionalmente. Esta desconexión emocional supone que para no sentirse rechazado, dejará de mostrar sus emociones, y, al mismo tiempo que deja de expresarlas, deja de sentirlas.

Las consecuencias del apego evitativo en la vida adulta
La desconexión emocional de la que hablamos, provoca el apego evitativo en la vida adulta. Algunas características de las personas con apego evitativo son:
Dificultad para sentir, identificar y expresar
Con lo explicado anteriormente, esta es la característica más destacable. Graves problemas para gestionar todo el proceso emocional, así como de no prestar atención a las emociones de las personas de su entorno. En las relaciones de pareja es donde más se acentúa y se puede percibir está característica.
Parecen auto-suficientes
Como bien dice, parece, que no lo son. Trasmiten seguridad a otros porque han negado su propia fragilidad y sus carencias. Es una falsa seguridad ya que no pueden reconocer sus emociones y no se pueden guiar por sus sentimientos, así crean una especie de coraza de independencia y autonomía. Toman decisiones sin contar con lo que realmente desean o temen con lo cual, suelen caer en la falsedad y la incoherencia.
Negación del sufrimiento
Además, negarán sentir miedo o tristeza, dejan pasar esas emociones que terminan en un cajón que en muchas ocasiones deriva en diferentes sintomatologías como la depresión o las fobias. Es muy común escucharles hablar de asuntos dolorosos como «la vida sigue, es lo que hay«. Minimizan la importancia de sus relaciones y pérdidas.
Autoestima alta
Las personas con apego evitativo cuentan con una idea bastante positiva de ellos mismos y con una autoestima generalmente alta. Y sorprendentemente, una imagen negativa sobre el resto. Su propia percepción es muy aceptable, se debe básicamente a la autonomía que han adquirido a lo largo de los años.
Exitosos en el ámbito profesional y académico
Por otro lado, suelen gozar de éxito tanto en la escuela como en el trabajo. Al contar con su propia seguridad son ambientes donde pueden prosperar sin exponer sus emociones y no quedar al descubierto, con lo cual no hay miedo. El lado racional de estos adultos está más desarrollado y cuentan con facilidades para triunfar.
Evitan las relaciones personales
Las relaciones personales están cargadas de afecto, emocionalidad y sentimientos, asique una persona con apego evitativo «evitará» ,cayendo en la redundancia, estos escenarios. No han aprendido fraternizar y encontrarse en escenas más íntima les supone un nivel de estrés elevado, angustia y temor.
Pueden estallar emocionalmente, pasar de estar distantes y mantener todo bajo control a algo muy dramático. Tienen tendencia a huir y romper la relación, no porque no quieran a la persona o por miedo al compromiso, sino porque las emociones que comienzan a crearse les asusta.
Tratamiento psicológico para suparar el apego evitativo
Los adultos que asisten a terapia con apego evitativo suelen llegar sin confianza en el profesional. Poner en duda la efectividad de la terapia suele ser común ya que, como hemos comentado antes, tienen su lado racional más desarrollado.
La terapia en estos casos suele ser muy progresiva, a ritmos que el paciente pueda tolerar y que no se sientan agredidos. El trabajo se centrará en que aprendan a sentirse seguros y acepten sus emociones para poder desarrollar sus relaciones personales y poder contar con sus sentimientos a la hora de tomar decisiones.
Identificar que sienten en cada momento es fundamental para avanzar en la terapia, que aprendan a no huir si existe la intimidad, entender las necesidades de los demás… En conclusión, descubrir su mundo emocional y ponerle nombre a las emociones para poder utilizarlas en su beneficio.
Por último, es importante enseñarles a dejarse cuidar. Su excesiva independencia necesita urgentemente una buena dosis de afecto que no saben como reclamar. Conectar con su vulnerabilidad y que entiendan lo que sucedió en su infancia para llegar hasta este punto es imprescindible para un futuro seguro y con confianza en las personas que le rodean.
En estos casos, la terapia online puede ser una gran elección. En Siquia contamos con un equipo de psicólogos online capaces de ayudarte a deshacerte del apego evitativo.
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