Algunas personas piensan todavía que ir al psicólogo es ir al loquero, uno va porque padece una alteración mental, porque uno está loco, y nadie quiere que los demás piensen esto, porque representa algo socialmente excluyente. Como todo prejuicio, estas ideas crean un impedimento a conocer más y mejores posibilidades.
Cuando hablas con alguien que fue a un buen profesional de la psicología, verás que el ir a orientación psicológica dista muchísimo de aquello que mucha gente desinformada cree. Los grandes y positivos resultados encajan siempre con las siguientes ideas y muchas otras más:
1. “Me ayudó a ver las cosas de manera distinta”.
2. “Reencontré mi forma de ser”.
3. “Aprendí a sentirme bien, incluso cuando creí que no podría”.
4. “Logré relacionarle más y mejor con las demás personas”.
5. “Ahora tengo mucho más claro lo que quiero en la vida”.
6. “Antes me preocupaba por todo y estaba muy ansioso, mientras que ahora relativizo mucho más las cosas”.
7. “Aprendí a disfrutar de aquello que me rodea en el día a día”.
En mi activad profesional, nosotros no hablamos de “enfermedad mental” debido a que no existen bacterias que contagien las fobias, ni virus que contagien la depresión o la ansiedad. Si no hay virus y bacterias no hay enfermedad.
Nosotros hablamos de aprendizajes emocionales, de repetición de reacciones automáticas, y una poderosa mente que, aunque a veces no lo parezca, en la mejor herramienta que poseemos en la vida capaz de aprender cualquier cosa si se le dice qué hacer y cómo hacerlo. Parte de nuestro trabajo consiste en mantener lustrosa dicha herramienta para vivir más intensamente el bienestar y la felicidad.
También está “la moda” de ir al psicólogo. En determinados momentos históricos y en diversos lugares, algún modelo psicológico ha estado mas “de moda “ que otro. Así, por ejemplo, hasta 1940 (los años 30 y 40) ir al psicoanalista (el psicoanálisis) se puso de moda en Estados Unidos. Tendencia que se mantuvo hasta hace muy poco tiempo en Argentina.
En los años 60 y 70 los modelos Humanistas y la escuela de Palo Alto se puso de moda también. En los 80 los modelos Cognitivo-conductuales y la Programación Neuro-Lingüística tuvieron de auge. Actualmente, la moda es ir a hacer Coaching con una amalgama de diversos modelos psicológicos.
Aunque hablar de “moda” es algo que para algunos puede resultar frívolo en este contexto, comentando con un colega le dije que yo prefiero “la moda” perenne de la eficacia: comprender los mejores mecanismos de la mente y utilizar las mejores herramientas de intervención para ofrecer los mejores resultados a las personas con las que trabajamos.
En España, a finales de los 80 y principios de los 90, hubo un programa televisivo en TVE que colaboró mucho con la visión anti-loquero del psicólogo: “Hablemos de Sexo”. Muchas personas aprendieron mucho respecto la sexualidad del sexo abordado sin tabúes y de forma profesional por los psicología del equipo de psicología clínica de la universidad Complutense de Madrid.
De hecho, gracias a este programa, desde entonces en España ir al psicólogo comenzó a ser algo mucho mas “normal” que hacerlo en Inglaterra o en Francia del que no se habla abiertamente.
Algunos resultados positivos del usó científicamente probado de la Hipnosis Clínica experimental con la óptica y herramientas avanzadas de múltiples modelos de intervención psicológica que llamamos “Escuela Anti-Ansiedad”, tenemos los siguientes ejemplos:
Ansiedad anticipatoria
Se trata de un varón de 50 años y es músico por afición. Es un hábil percusionista. Durante un congreso de cientos de personas, tuvo que cantar una canción tradicional. Antes de esa actuación acudió a mí. Me comentó que siempre el tocar la batería le permitía tener un sentimiento de control y no ser el protagonista en primer plano de todas las miradas. Pero el hecho de ponerse a cantar ante un público, le aterrorizaba. De solo pensarlo le daba sensaciones de fuerte ansiedad, y anticipaba que se quedaría bloqueado, que su voz temblaría, y que el resultado sería fatal. Así fue que nos pusimos manos a la obra y, tras acudir a terapia, tuvo una gran actuación y disfrutó mucho del canto.
El pipi de perro
Una mujer trajo consigo un clásico TOC (Trastorno Obsesivo-Compulsivo) a mi consulta. Se veía obligada a lavarse las manos mas de 20 veces al día, lavar su ropa y la de su familia todos los días, nadie podía caminar con zapatos dentro de la casa, al salir con el cochecito de su hija menor (de dos años) vigilaba minuciosamente que no hubiese ningún tipo de charco por el suelo porque podía ser pis de perro, incapaz de acercarse a ningún perro por asco y no dejaba que sus hijos lo hiciesen tampoco, y muchas conductas compulsivas e ideas obsesivas mas.
Su marido estaba desesperado, sus hijos aunque pequeños padecían de las consecuencias de su dificultad, ella estaba desesperada ya que se daba cuenta de su “anormalidad” y de lo que los demás sufrían por su culpa. Llevaba así 8 años. Según contó ella, todo empezó con un incidente penoso y desagradable. Cuando fue a despedirse de su padre (muriéndose en el hospital) con su hijito pequeño en su cochecito, desde un balcón en la esquina un perro les hizo pipi desde lo alto. Desde ese momento comenzó a desarrollar toda su problemática que siempre fue a peor.
Las sesiones de hipnosis las realizamos una vez al mes. Con cada sesión ella se desprendía de alguna rutina compulsiva y de algunas ideas obsesivas. Después de la última sesión ella no solo no padecía ninguno de sus rituales, sino que acariciaba perros, decidieron tener uno en casa ya que sus hijos los adoraban y tanto ella como su familia fueron felices otra vez.
Terrores nocturnos y miedos circunstanciales
Durante unos meses estuve supervisando a un niño de 11 años y a su familia. Debido a una serie de acontecimientos que ahora no voy a detallar, este niño tenía ciertas dificultades de aprendizaje y de relación con otros niños. El encuadre de conductas familiares que hicimos, y una serie de cambios en las actitudes hacia él fue suficiente para que aprendiera a encontrarse a gusto ante tareas que antes le resultaron complejas. También comenzó a tener más amigos y a ser más feliz por ello. Sin embargo, uno de sus familiares se convirtió en piloto de aviones, y debido a unos resientes accidentes y atentados aéreos (del 11s en Nueva York) comenzó a sentir mucho miedo cada vez que el familiar en cuestión salía a pilotar. También estaba atenazado por terrores ante la oscuridad. Así fue que decidí ayudarle a superar dichos miedos. Después de varias sesiones le pidió a su padre volar con él en avión y a su madre que apagara la luz del pasillo (que antes siempre tenía que estar encendida para poder dormir).
Miedo a avispas y jeringuillas
Durante un seminario que impartí de Reprogramación Neuro-Hipnótica a un grupo de practicantes de psicología, realicé una demostración con dos voluntarias simultáneamente. Previamente, ambas me comentaron por separado cual era su terrible temor. Una de ellas había sido picoteada catorce años atrás por decenas de avispas al tropezar con su nido. A partir de ese momento, mantuvo tal miedo instalado que el sólo hecho de ver una avispa a tres metros de distancia le hacia correr y gritar despavoridamente.
La otra persona, padecía un profundo pavor incontrolable a las jeringuillas hipodérmicas. Tanto que incluso había llegado a romper una aguja mientras la tenía en vena. Y en quince días tenía que hacerse un análisis de sangre. Ambas personas estaban sentadas juntas. Me acerqué a ellas en el momento de realizar esta demostración. Dos semanas después de la demostración, la primera persona me llamó y dijo que había ido al campo (era primavera) y que su familia se había sorprendido mucho al ver que se le acercó una avispa y ella no tuvo ningún tipo de reacción. En ese momento ella se dio cuenta también y quedo muy gratamente sorprendida. La segunda me comentó tiempo después que se hizo el análisis de sangre y aunque no lo pasó del todo bien, puedo haberlo sin complicaciones.
Tartamudo que aprendió a tartamudear
Durante un tiempo estuve supervisando las necesidades emocionales de un hombre joven de 17 años de edad. Toda su vida había sido tartamudo, el se reconocía como tartamudo, sus padres sabían que su hijo era tartamudo, sus amigos aceptaban que fuera tartamudo, en el colegio eran cuidadosos con él porque era tartamudo. Tan asentada estaba dicha dificultad en la expresión del habla que a él ya no parecía afectarle en lo mas mínimo, no tenía ningún problemas de inseguridad al respecto.
Durante una sesión de hipnosis le dije que iba a enseñarle como tartamudear conscientemente. Aunque estaba muy relajado puso cara de sorpresa y continué dándole instrucciones precisas de cómo hacerlo. Le comenté que tenía que quedarse atascado como mínimo 5 veces después de cada primera sílaba de cada palabra de la frase. Le puse como ejemplo. “El Real Madrid es el mejor equipo de fútbol” (ya que el era hincha de aquel club). Y le mostré cómo hacerlo conscientemente el quedarse atascado 5 veces después de decir la primera sílaba. Luego fue su turno y conscientemente hizo lo que le pedí. Inmediatamente después le pedí que dijera la frase completa y lo hizo sin quedarse atascado. Puso una cara de gran sorpresa. Continuamos con la hipnosis y le sugerí que durante 15 días estaría obligado a quedarse atascado conscientemente al menos 5 veces después de cada primera sílaba de cada palabra que saliera por su boca. Al cuarto día, no volvió a tartamudear nunca mas en su vida.
Superación definitiva de una claustrofobia
Se trata de una joven mujer de 26 años. La sujeto en cuestión fue ayudada un par de años atrás a superar un miedo a los ascensores. En ese momento todavía era estudiante de medicina. Tenía muchas dificultades con ese miedo. La sesión se realizó en el contexto de una demostración grupal para ilustrar el uso de “la doble disociación” contra las fobias. Desde entonces, la sujeto se vio capaz de subir en la mayoría de ascensores, pero todavía le quedaban ciertas dificultades. Posteriormente, la sujeto se prestó de voluntaria para grabar un video con el motivo de documentar esta nueva y poderosa herramienta que ayuda a resolver grandes dificultades de la mente humana. De hecho, meses después de la intervención filmada, la sujeto comentó que todo lo que antes fue ansiedad y miedo, ya no existe. Se sintió muy segura desde esta intervención. Puede estar en cualquier espacio cerrado, por pequeño que sea y no volvió a tener signos de ansiedad. La intervención tuvo el resultado deseado: superó definitivamente ese miedo. Tampoco volvió a tener crisis de angustia sin motivo.
Extinción de sofocos menopáusicos
Durante muchos meses estuve orientando a una mujer de mediana edad. Después de alcanzar su objetivo (mejora algunas reacciones en su entorno laboral), me comentó que tenia la menopausia y que los sofocos le resultaban insoportables. Se ponía muy nerviosa y por mucho que intentaba tranquilizarse no lo conseguía. Le sugerí que probásemos corregir aquello (la ansiedad, los sofocos o las dos reacciones a la vez) a lo que ella accedió. Después de algunas sesiones ella no volvió a sentir ansiedad por los sofocos porque ya no los volvió a tener.
Ayúdame con mi depresión
Después de estar casado un hombre vino a consulta debido a la depresión que padecía desde su divorcio. Al preguntarle que le ocurría respondió: “llevo mas de 7 meses sin tener ganas de hacer nada, me levanto triste todas las mañanas, nada me hace ilusión, estoy como apagado y cansado la mayor parte del tiempo. Estoy deprimido. ¿podría ayudarme con mi depresión?”. “No, no voy ayudarte con tu depresión porque eso tú ya lo haces muy bien” le respondí automáticamente. Cuando una persona está deprimida, mentalmente hace todo lo correcto para seguir estando deprimida: trae las peores ideas, los malos recuerdos, las peores sensaciones y sentimientos y aquello lo repite una y otra vez. Tenemos que reconocer que practica de manera muy efectiva cómo estar deprimido. Por tanto esta persona necesitaba hacer algo diametralmente distinto con su mundo interior y aquello nuevo repetirlo una y otra vez. Y practicamos la hipnosis una y otra vez, y dentro de aquella practica él practicó a traer buenos recuerdos de su vida, buenas ideas de su futuro y gratos sentimientos asociados. Y practicamos esto una y otra vez durante cada sesión. Y mientras mas practicamos esto, mejor se fue encontrando. Hasta que recuperó totalmente la alegría por vivir, por estar con sus amigos, por tener su trabajo y visitar a su familia. Después de un tiempo, su felicidad atrajo a una bella y alegre mujer con la que mantuvo una grata relación.
…
Estos son algunos casos en los que realizamos las intervenciones adecuadas para que las personas alcanzaran su objetivos. No siempre todo es tan fácil como se explica. Y pienso que no debemos centrarnos en la velocidad en la que los problemas se solucionan, sino mas bien en la estabilidad del cambio definitivo. Y como vimos al principio, el uso de la hipnosis no sólo es bueno para resolver “casos clínicos”. Por mi experiencia personal y profesional, el uso deliberado de la hipnosis nos permite lograr grandes cosas en nuestra vida cotidiana lo que la hace muy recomendable.
Cuando alguien me pregunta, ¿“por qué ir al psicólogo”? Además de algunos motivos expuestos aquí, siempre digo que, ir al psicólogo profesional es aprender a tener más opciones en la vida. Nos ayudan a activar distintos talentos y recursos que nos capacitan alcanzar un gran objetivo en la vida: ser felices, propulsar el bien estar y alcanzar los objetivos que nos proponemos.
Para ser mejores padres, mejores profesionales, crear buenos equipos de trabajo, superar limitaciones y prejuicios mal aprendidos, y, en definitiva, crecer como seres humanos, el buen profesional de la psicología tiene mucho que ofrecer. Por esto es bueno ir al psicólogo.