Al hablar de terapia corporal se está incidiendo en aquello que sucede dentro del cuerpo, es decir, se pone el foco en la sensación. Se trata de sentir, de hacerse sensible y consciente a las manifestaciones corporales.
La consciencia corporal es el proceso de apercibimiento de las condiciones tanto internas como externas que están ligadas a determinados estados emocionales y a las respuestas motoras asociadas. Dicho de otro modo, la consciencia corporal es el medio que permite darse cuenta del propio estado emocional al identificar los cambios internos del organismo y evaluar la congruencia de la respuesta en función de ese estado interno y de la situación concreta donde se manifiesta. La propuesta de trabajo corporal que se ofrece está fundamentada en el método DIAFREO: Terapia Corporal de Integración.
Las técnicas desarrolladas en dicho método permiten el acercamiento al/y el conocimiento del propio cuerpo para aprender de él y ampliar la comprensión sobre los procesos intrapsíquicos que se producen, tanto en las relaciones con los demás, como con el sí mismo. Se trabaja a partir del cuerpo: liberando las contracciones musculares, incidiendo en la respiración y posturando los músculos contraídos en estiramiento isométrico con el fin de acercar el cuerpo a su eje. Así, liberando las vías cerradas, la persona puede experimentar una mayor vitalidad y plenitud. Al armonizar las formas corporales, reequilibrar el tono muscular y liberar el movimiento diafragmático se reestablece un equilibrio fluido entre las funciones orgánicas, de la vida emocional y la mental.