Psicólogos onlineLa disfunción eréctil es la disfunción sexual más frecuente, hay estudios que aseguran que hasta un 50% de los hombres puede llegar a experimentar uno o varios episodios de esta disfunción a lo largo de su vida.

Hasta hace no demasiado tiempo, la disfunción eréctil era llamada «impotencia sexual». Este término se decidió dejar de usar ya que remite a una incapacidad para realizar el acto sexual que no es real. Es decir, un hombre con una disfunción eréctil no está incapacitado al cien por cien para tener relaciones sexuales, entendiendo éstas como un encuentro placentero entre dos personas que se sienten atraídas entre ellas.

La disfunción eréctil se diagnostica cuando se presenta una dificultad o incapacidad para obtener o mantener una erección el tiempo suficiente para llevar a cabo una relación sexual satisfactoria. Esta dificultad puede presentarse de forma puntual en algunas ocasiones concretas, si es así, no se diagnosticará una disfunción eréctil y no será necesario el tratamiento.

Ante el diagnóstico de disfunción eréctil será de vital importancia para abordar el tratamiento determinar las causas que han provocado la dificultad. Estas pueden ser: situacionales, orgánicas, psicológicas o una combinación de todas ellas.

Causas situacionales

Elementos del estilo de vida de la persona que sufre este trastorno, pueden ser la causa directa del mismo o estar favoreciendo su mantenimiento. 

Estas circunstancias pueden ser, entre otras:

  • Ausencia de actividad física: la forma física es importante en muchas ocasiones para conseguir una buena tonicidad muscular. El pene es un músculo, al fin y al cabo, y un estado de baja forma física podría estar afectándolo.
  • Adicción a sustancias: el hecho de que el paciente sea fumador, o que sea consumidor habitual de alcohol puede estar afectando a su rendimiento sexual. Psicólogos online
  • Problemas de relación de pareja: un mal entendimiento con la pareja, o una relación que ya no funciona, puede estar provocando estos episodios de disfunción eréctil.
  • Estrés laboral o económico: el estrés del día a día puede estar haciendo que la persona esté experimentando un alto grado de ansiedad, por lo que será importante trabajar en ello.

Así pues, el primer paso del tratamiento para la disfunción eréctil será la detección de estos hábitos poco saludables y la modificación de los mismos, dentro de las posibilidades. En muchos casos, cuando se realiza esta intervención se soluciona en gran parte el problema.

Causas orgánicas

Antes de iniciar una terapia para solucionar la disfunción eréctil, será necesario descartar que haya un factor orgánico o médico que esté detrás del problema.

Este primer paso es indispensable para cualquier tratamiento relacionado con la función sexual, ya que si no se detecta a tiempo la causa orgánica y se trabaja sólo en el aspecto psicológico el paciente no sólo no mejorará, sino que lo más probable sea que la situación empeore y su autoeficacia y confianza en si mismo y en el terapeuta se vayan degradando cada vez más provocando más dificultades en el tratamiento.

A pesar de todo, si la disfunción eréctil tiene una base orgánica es muy probable que se deba combinar el tratamiento médico con el psicológico, puesto que tener problemas en el área sexual suele afectar bastante a nivel psicológico a quien sufre este tipo de trastornos.

Hay muchos y muy diversos tratamientos médicos para solucionar la disfunción eréctil con base orgánica. Lo ideal es que se empiece desde el menos invasivo y si no funciona se vayan probando los demás métodos hasta dar con aquél que para el paciente y su circunstancia vital sea más óptimo.

Así, los tratamientos deberían seguir más o menos este orden de aplicación:

1. Abandono de medicamentos que pueden estar provocando la disfunción

Algunos medicamentos prescritos para otros trastornos o enfermedades como la depresión, las alergias o la hipertensión, por ejemplo, pueden provocar, como efecto secundario una disfunción eréctil.
Si este es el caso, debe ser el médico el que ajuste la medicación o intente sustituirla por otra que no provoque esos efectos secundarios.

2. Fármacos para mejorar el reflejo eréctil

Orales

En la actualidad los fármacos orales más prescritos para este tipo de disfunciones son el Cialis (tadalafil), el Levitra (vardenafil) y el famoso Viagra (sildenafil). La función de estos fármacos es aumentar el flujo sanguíneo en el pene para provocar la erección. No obstante debe quedar claro que para que funcionen debe existir un mínimo de deseo y excitación sexual. Es decir, si se toma el fármaco pero no le apetece tener una relación sexual, el fármaco no tendrá ningún efecto.

Otros fármacos

Si la base de la disfunción está en la falta de testosterona, se puede tratar con parches cutáneos, gel de testosterona o inyecciones intramusculares. Existe un medicamento similar a los orales, llamado alprostadil, que se aplica directamente en el pene mediante una inyección o se introduce en la uretra.

3. Aparatos de vacío

Este tipo de aparatos mecánicos son muy efectivos. Consta de un tubo conectado a una bomba de vacío. Cuando se introduce el pene en este tubo la bomba se activa y provoca un aumento de circulación sanguínea. Una banda elástica se coloca en la base del pene para que la erección conseguida se mantenga.

4. Cirugía

Debería ser el último recurso, cuando todos los anteriores no han funcionado. La cirugía permite implantar una prótesis peniana que, de una forma mecánica, controla la erección y el mantenimiento de la misma.

El tratamiento de elección por parte del médico puede depender de la causa del problema, es posible que el médico recomiende pasar directamente al segundo o al tercer tratamiento. Eso debe ser acordado entre el paciente y el especialista.

Causas psicológicas

Suelen darse con mayor frecuencia entre los pacientes menores de 40 años.

Las principales causas psicológicas que pueden estar tras el inicio o el mantenimiento de la disfunción eréctil son:

  • Ansiedad de ejecución
  • Miedo al fracaso
  • Baja autoestima
  • Depresión
  • Sentimientos de culpabilidad o rabia

Para trabajar con estas causas, el psicólogo especializado en sexología, dispone de una serie de herramientas terapéuticas que, con la ayuda y la colaboración del propio paciente, harán que la situación vaya mejorando de forma progresiva hasta solucionar la situación no deseada.

Psicólogos onlineTécnicas de relajación

Si la causa de la disfunción eréctil se encuentra en la ansiedad de ejecución o bien en el estado general de ansiedad y estrés que, por motivos diversos, puede estar sufriendo el paciente, una de las técnicas que se utilizarán serán las de relajación.

Mediante el aprendizaje de la relajación, el paciente se sentirá más seguro y menos nervioso ante el hecho de tener una relación sexual y será mucho más capaz de controlar su cuerpo.

Las técnicas de relajación también ayudan a mejorar la autoestima y el autoconocimiento de la persona que las practica por lo que son muy recomendables, en general, en todas las terapias de tratamiento de las diferentes disfunciones sexuales.

Terapia Racional emotiva

A través de esta terapia, que no sólo se utiliza para el tratamiento de disfunciones sexuales, se intentan determinar los patrones de pensamiento negativos (distorsiones cognitivas) que el paciente tiene asumidos como reales y se trabaja para modificarlos y que éstos dejen de afectar a la conducta y a la ejecución sexual.

Focalización sensorial – Desensibilización sistemática

Muy a menudo, cuando existe una disfunción eréctil, el paciente teme realmente enfrentarse a una relación sexual, puesto que cree que fracasará.

Para conseguir mejorar esa ansiedad de ejecución, se trabaja con un tipo concreto de desensibilización sistemática, una técnica de intervención en psicología clásica, pero muy eficiente.

Se trata de ir haciendo aproximaciones paulatinas al elemento que provoca la ansiedad, en este caso, la relación sexual. Desde la consulta del psicólogo se puede empezar a  trabajar con la imaginación del paciente haciendo pequeñas aproximaciones y valorando el grado de ansiedad que provocan.

Poco a poco e idealmente con la ayuda de la pareja del paciente, se irán haciendo aproximaciones al acto sexual, empezando por caricias por todo el cuerpo sin llegar a los genitales, e incrementando poco a poco el grado de excitación y aproximación al coito.

Ejercitación de los músculos pélvicos

Los músculos pélvicos son responsables, en parte, del aumento de flujo sanguíneo en la zona genital ante la excitación sexual, por lo tanto, unos músculos pélvicos bien tonificados ayudarán a que el reflejo de erección se produzca de forma adecuada.

A pesar de que no es una intervención psicológica propiamente dicha, la realidad es que son muy pocos los médicos o psiquiatras que, todavía hoy en día, la prescriben y cada vez más los psicólogos que la recomiendan ampliamente a sus pacientes.

Este tipo de ejercicios se llevan a cabo, preferiblemente, acompañados por un fisioterapeuta de suelo pélvico, que ayudará al paciente a reconocer sus músculos y a trabajar para su fortalecimiento y autocontrol.

A qué profesional acudir

Ante una situación de disfunción eréctil es importante acudir a un profesional lo antes posible. Uno de los factores principales de éxito de la terapia es la detección e intervención temprana.

Es aconsejable que, en el caso de acudir a un profesional, se haga de manera paralela acudiendo a un médico (preferiblemente un andrólogo o urólogo) y a un psicólogo especializado en sexología y salud sexual.

El médico se encargará de diagnosticar la parte orgánica, si la hay, de la disfunción eréctil, y el psicólogo se encargará de trabajar con las consecuencias en el estado de ánimo y la autoestima que puedan estar manteniendo la disfunción o bien con el problema de base que la esté provocando.