El cáncer es traicionero y debemos tener en cuenta no solo sus estragos a nivel físico sino también psíquico. Así lo recalcaron psicólogas expertas en psicooncología el pasado viernes 12 de julio en el primer encuentro de ‘Psicología y Cáncer de mama’ que tuvo lugar en Santader y que organizó la Federación Española del Cáncer de Mama (Fecma). Con el objetivo de generar un espacio común donde compartir experiencias, las representantes profesionales de las 38 asociaciones de pacientes que integra la Fecma debatieron sobre la situación de la psicología en el ámbito de la larga enfermedad y resaltaron la importancia del apoyo psicológico durante y tras la enfermedad.
En España se diagnostican un total de 27.000 nuevos casos de cáncer de mama cada año. No se puede negar que los progresos derivados de las múltiples investigaciones han mejorado cuantiosamente las tasas de supervivencia de la enfermedad, sin embargo, según apunta la Fecma, esos mismos avances no se han dado, o no se han tenido en cuenta, en los aspectos psicológicos que envuelven el cáncer de mama.
Psicólogas de las distintas asociaciones de pacientes coinciden en que el diagnóstico del cáncer es el principal golpe emocional que sufren las pacientes – y los familiares también – pero que éste se perlongará en el transcurso de toda la enfermedad. En especial, las expertas apuntan que el desconcierto acerca el qué pasará afecta tanto a la salud física – ansiedades, nervios – como a su bienestar psicológico, una afección que se produce tanto a nivel personal – episodios depresivos, tristeza aguda – como con el entorno social laboral o familiar – irascibilidad, irritabilidad, etc.
El encuentro ‘Psicología y Cáncer de mama’ pretendía ser el marco de análisis de las estrategias óptimas para el afrontamiento de la enfermedad y la importancia de la atención y el apoyo psicológico. En este sentido, quedó en evidencia que esta ayuda – generalmente desestimada por las pacientes, ya sea por desconocimiento o por miedos – es de gran utilidad para que las mujeres que sufren de un tumor aprendan a gestionar y llevar los cambios físicos y emocionales que pueden experimentar durante el proceso de recuperación, así como los distintos tratamientos que se deben pasar.
El cáncer, un impacto en la salud mental
Confusión, cansancio, sentimiento de discriminación, dudas en las relaciones. Todos estos síntomas son consecuencia del impacto que una enfermedad del calibre de un cáncer de mama tiene en el estado psicológico de la paciente. Además, son también factores que pueden contribuir al desencadenamiento de cuadros de estrés crónico, ansiedad o depresión. Según la Fecma, recientes estudios apuntan que entre el 20 y el 60% de las pacientes experimentan síntomas de depresión que dificulta aún más el avance del tratamiento.
En este sentido, la predisposición a seguir un tratamiento psicológico es esencial. En momentos de máxima desolación, los pensamientos negativos afloran y llevan a las pacientes a tomar conductas peyorativas: mantener una mala alimentación, caer en el absoluto sedentarismo, dejar de mantener las relaciones sociales o incluso recurrir a sustancias adictivas, como el alcohol, el tabaco o las drogas, como medio de evasión de la realidad.
Por ello, la terapia guiará a las pacientes tanto a la toma de consciencia acerca el qué está sucediendo y cómo vivir en esta situación, como a la preparación para enfrentarse a los demás: poder hablar con los hijos, dialogar sin enfado con las parejas, mantener el vínculo afectivo con la familia, etc. El control y gestión de las emociones, un aprendizaje que aportará la atención psicológica, enseñará a la paciente a hallar la resolución a los problemas que pueda mantener con su entorno social más directo. Además, las expertas apuntan que esta conciliación con el entorno repercutirá directamente a lidiar con el dolor, el miedo y las emociones. El buen entorno motiva la mejora interior.
Psicólogos con atención personalizada
La asistencia en psicooncología está disponible en cualquiera de las 38 entidades afiliadas a la Federación de forma totalmente gratuita pero está limitada a pacientes con este tumor. Las organizaciones, agrupadas en la Fecma, tienen constancia de que los familiares de las pacientes generalmente también suelen precisar algún tipo de ayuda y servicio terapéutico y a pesar de qua las limitaciones en financiación solo permite atender directamente a las pacientes, se aconseja buscar de forma externa esa necesaria ayuda.
El mejor tipo de tratamiento, además, es aquel que combine terapias individuales con grupales. Según la Fecma, las sesiones individuales ayudan a incentivar la comprensión y modificación de los patrones de pensamiento y de condutcta mientras que a nivel grupal, el contacto con otras personas que están en la misma situación brinda a las mujeres la posibilidad de compartir experiencias y recibir un gran apoyo ‘desde dentro’.
Cabe tener en cuenta también que el tratamiento psicológico no termina en cuanto termina el seguimiento médico en tanto que la recuperación emocional puede ser más lenta y menos predecible que la mejora física. Ante todo: permitirse el tiempo que haga falta. “Las supervivientes del cáncer de mama necesitan tiempo para crear una nueva imagen de sí mismas que incorpore la experiencia vivida y sus cambios corporales”, apuntaron en una entrevista para el American Psychological Asssociation las expertas Alice F. Chang y Sandra B. Haber.