Muchas veces pasa que el tiempo, transcurre, y postergamos las decisiones por temores. Las historias que nos contamos y decimos a nosotros mismos (nuestros temores e ideas irracionales) o los comentarios de otras personas pesimistas, en general, nos hacen entrar en una posición reflexiva pero pasiva. Frases como “ no sé qué hacer», «qué pasaría si me equivoco» o «qué dirán los demás» son frecuentes en estos casos. Y la realidad es que el tiempo transcurre y las oportunidades se esfuman cuando se pone el Sol. ¿Qué puedes hacer para atreverte a tomas tus propias decisiones?
- Enfócate y aventúrate a tomar decisiones ¿qué podemos hacer para entrar en movimiento?
- Identifica y respóndete a ¿qué te gustaría hacer con respecto a tal situación?
- ¿Qué obstáculos no me dejan hacer lo que me gustaría?
- ¿Qué ganaría con hacer lo que me gustaría?
- Todo empieza por la imaginación, así que visualiza acciones que puedas ejecutar y que te acerquen a ese ideal que querrías.
- Escoge acciones sencillas y prácticas que te acerquen al objetivo.
- Vive el proceso de esas acciones pequeñas y evalúa tu bienestar.
- Si ves que el bienestar no cubre tus expectativas, retrocede y buscate otras acciones distintas
- Es importante tu flexibilidad! Nada en esta vida es lineal hay que ajustarnos a las curvas de la vida
- No existe decisión correcta ni decisión incorrecta, simplemente vivencias, lecciones y aprendizajes todo depende de cómo lo vías.
Sobre el autor de este artículo
Leonardo Molero es psicólogo de origen venezolano con Nº colegiado 1178. Practica la Terapia Cognitivo-Conductual y es especialista, sobre todo, en el tratamiento de adicciones, gracias a su formación en Intervención y Prevención en el uso y abuso de Drogas Legales e Ilícitas. Molero es también experto en el tratamiento del estrés y el duelo debido a su especialización en Terapia de Luto y Curso de abordaje e intervención socio preventiva, clínica, familiar y educativa de niños, niñas y adolescentes, entre otros.