Apnea del sueño: síntomas, causas y consecuencias

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¿Roncas mucho? ¿Sientes cansancio durante todo el día? Cuidado, porque puede que sufras apnea del sueño por las noches.

La apnea del sueño es un trastorno en el que la respiración se detiene o se vuelve muy leve.

Síntomas de la apnea del sueño

Varios signos pueden indicar que sufres apnea del sueño:

  • Roncas mucho y muy fuerte
  • Dejas de respirar cuando estás dormido
  • Te despiertas con la boca seca
  • Despertares repentinos por la falta de aire
  • Te levantas por la mañana con dolores de cabeza
  • Problemas para dormir, por ejemplo, insomnio
  • Sueño exagerado todo el día (hipersomnia)
  • Irritabilidad
  • Falta de concentración e incapacidad para prestar atención cuando estás despierto

Tipos de apnea del sueño y causas

Apnea obstructiva del sueño

La más común. Se da cuando se relajan los músculos de la garganta, de modo que las vías aéreas se cierran o se estrechan y cuando quieres respirar no te llega suficiente aire. El cerebro te envía una señal al detectar que no puedes respirar, por lo que te despierta para que esas vías aéreas vuelvan a abrirse.

Resoplos, ahogamiento, jadeo… Durante toda la noche, podrían darse estos casos entre 5 y 30 veces cada hora, impidiendo el sueño estable y profundo.

Apnea central del sueño

El cerebro ha dejado de enviar señales a los músculos que participan en la respiración. Este tipo de apnea es menos frecuente y hace referencia a que, durante un corto periodo de tiempo, no te esfuerzas por respirar. Puede que te despiertes con sensación de ahogamiento, como si te costase respirar o puede que te cueste volver a conciliar el sueño.

Síndrome de apnea del sueño compleja

Ocurre cuando una persona sufre apnea obstructiva del sueño y apnea central del sueño.

Factores de riesgo

Existen varios factores que aumentan la probabilidad de sufrir la apnea obstructiva del sueño:

  • Tener sobrepeso. Como el exceso de grasa rodea las vías respiratorias, la respiración puede obstruirse.
  • Tener vías respiratorias estrechas.
  • Congestión nasal. Los problemas para respirar, ya sea por alergia o por otro problema anatómico, hacen que puedas desarrollar con más probabilidad la apnea del sueño.
  • Eres hombre. La apnea del sueño se suele dar dos o tres veces más en hombres que en mujeres. Sin embargo, el riesgo de padecer esta apnea aumenta finalizada la menopausia.
  • Eres mayor. Aunque la apnea del sueño puede afectar a los niños también, ocurre con mayor frecuencia en adultos más mayores.
  • En tu familia hay antecedentes de apnea del sueño. Si algún familiar la tiene, cabe la posibilidad de que sea hereditario.
  • Consumo de alcohol, sedantes, tranquilizantes y tabaco. El alcohol, los sedantes y los tranquilizantes son sustancias que relajan todos los músculos que están en la garganta. Además, el tabaco puede inflamar las vías respiratorias superiores y las llenarlas de líquido.
  • Afecciones: insuficiencia cardiaca, diabetes tipo 2, hipertensión arterial, Parkinson, síndrome de ovario poliquístico, cambios hormonales, enfermedades pulmonares…

La apnea central del sueño, en cambio, presenta otros factores de riesgo:

  • Ser mayor y ser hombre son, de nuevo, factores que implican un riesgo más alto de sufrir apnea del sueño.
  • Tener trastornos cardíacos como la insuficiencia cardiaca congestiva.
  • Sufrir un accidente cerebrovascular.
  • Tomar analgésicos narcóticos. Son medicamentos que aumentan este riesgo.

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Consecuencias de la apnea del sueño

Tener apnea del sueño deriva en varias complicaciones:

  1. Cansancio durante todo el día porque te has despertado continuamente durante la noche. La fatiga, además, contribuye a la irritabilidad. Te sientes irascible, deprimido o malhumorado. También podrás notar que no te puedes concentrar y que te quedas dormido en el trabajo o al conducir.
  2. Complicación del sueño a los demás. Los ronquidos impiden que la persona que duerme contigo o cerca de ti pueda descansar bien.
  3. Desarrollo de diabetes tipo 2.
  4. Problemas cardiacos o presión arterial alta. Al descender los niveles de oxígeno en sangre, aumenta la presión arterial. Por otra parte, la apnea aumenta la posibilidad de ataque cardiaco, de accidente cerebrovascular y de fibrilación auricular.
  5. Problemas con medicamentos y con cirugías. Después de una operación, surgen complicaciones con la anestesia porque se dan problemas respiratorios.
  6. Resultados hepáticos tras los exámenes de función hepática que no son normales.

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    Imagen de Rebeca Cojo
    Sobre Rebeca Cojo Rebeca Cojo es licenciada en Periodismo, con interés en los temas de salud y Psicología.
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